El Libro de Estrategia identifica las medidas climáticas que los fabricantes de prendas de vestir pueden adoptar para promover la des carbonización mundial.
La Comisión de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CNUCC) en 2018, redactó su Carta de la Industria de la Moda para la Acción Climática, en la que se incluyen ambiciosos objetivos climáticos, como las emisiones netas cero en la industria de la moda para 2050, para ayudar a la conservación del Medio Ambiente.
“La Carta se redactó específicamente para las partes interesadas de la industria de la moda con iniciativas y objetivos que permitirán a la industria de la moda asumir un papel de liderazgo en la mitigación de los peores efectos del cambio climático.”
Un tema que día a día toma trascendencia, pues los reportes de las entidades internacionales, no son alentadoras frente tiempo de vida que le queda al planeta, sino tomamos medidas de gran escala que ayude a que el planeta se conserve por mucho tiempo más. Por eso la comisión de las Naciones Unidas por medio de la carta ha estipulado los objetivos específicos de reducción de emisiones, de igual forma incluye compromisos destinados a informar e impulsar la reducción como:
· La alineación con la iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi).
· La asociación con la comunidad financiera.
· La transición de la generación de calor y electricidad a partir del carbón.
Por ello desde la publicación de la Carta, los interesados han seguido trabajando para esbozar las principales medidas y prácticas que guiarán a los signatarios hacia el objetivo neto cero para 2050. La Carta también tiene como objetivo una reducción del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de alcance mundial 1, 2 y 3 para 2030 como punto medio hacia las emisiones netas cero para el previsto.
Finalizando, la noticia nos informa sobre los beneficios que dejan el avanzar en la descarbonizacion, pues posibilita una drástica disminución de los gases contaminantes del aire, posibilitando además una mayor autonomía, resilencia y seguridad energética, por medio de las energías renovables, que son las fuentes de energía limpias, inagotables y crecientemente competitivas, además que se diferencian de los combustibles fósiles principalmente en su diversidad, abundancia y potencial de aprovechamiento en cualquier parte del planeta, pero sobre todo en que no producen gases de efecto invernadero –causantes del cambio climático- ni emisiones contaminantes. Además, sus costes evolucionan a la baja de forma sostenida, mientras que la tendencia general de costes de los combustibles fósiles es la opuesta, al margen de su volatilidad coyuntural.